Es
una pena que esta semana inició oficialmente el otoño porque RUSH: PASIÓN Y GLORIA del director Ron
Howard (The Da Vinci Code, 2006; Frost/Nixon, 2009) cuenta con todos
los factores necesarios para haberse convertido en el mejor blockbuster del
verano.
Ubicada
en 1976 y basada en hechos reales, la película se centra en la eterna rivalidad
entre dos reconocidos pilotos de Fórmula 1. Por un lado está James Hunt, un
rebelde sin causa que ve este deporte como un medio para conseguir sexo,
fiestas y todo lo que pueda desear; por el otro lado está Niki Lauda, quien lo
ve más bien como un negocio que requiere de mucha precisión y cálculo. En una
de las carreras, Lauda sufre un terrible accidente que lo hará ver la vida
desde una perspectiva diferente.
Las
actuaciones del elenco son buenas; Daniel Brühl se roba la cinta en el papel de
Lauda. El nacido en España logra transmitir a la perfección todas las emociones
y sentimientos de su personaje, ya que al principio actúa como una persona
engreída y presumida y ya rumbo hacia el final cambia radicalmente; el papel de
James Hunt que interpreta Chris Hemsworth es menos demandante, pero no por eso
deja de ser la mejor actuación hasta el momento del actor australiano. Mención
especial a la actriz Alexandra Maria Lara que a pesar de tener pocos diálogos
está muy bien como la esposa abnegada de Niki Lauda.
El
guión del filme es estupendo; inicia con la que aparenta ser la culminación de
la película para luego adentrarnos y mostrarnos la manera en la que inició esta
legendaria rivalidad entre los dos pilotos. Eso sí, hay pocas escenas que se
siente de demás, pero el espectador nunca llega a perder el interés por los
personajes y el ritmo de la cinta es perfecto.
Los
aspectos técnicos del filme son demasiado sobresalientes: el soundtrack
compuesto por Hans Zimmer llena de emoción a cada escena y la fotografía de
Anthony Dod Mantle también es de destacarse, por lo que no me sorprendería que
la cinta recibiera alguna nominación al Oscar en estas categorías.
Las
escenas que transcurren en las diferentes pistas de carreras están
excelentemente rodadas. Éstas mantienen al espectador pegado al asiento,
extasiado de tanta adrenalina pura.
RUSH: PASIÓN Y GLORIA es una fuerte contendiente (tanto en las categorías principales como en las técnicas) para las próximas entregas de premios y es el perfecto ejemplo que muestra que una cinta de acción también puede tener una buena carga dramática.
CALIFICACIÓN:
9/10
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